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Historia de los sudokus

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A este artículo le pondría un subtítulo que podría ser éste: La carrera por ser el primero.

Pero antes un poco de historia sobre los sudokus y comencemos por este número:

6.670.903.752.021.072.936.960

Es un número inmenso, pero ¿qué representa? Pues nada más y nada menos que el total de SuDokus posibles de 9×9 casillas. Claro que, si quitamos los que podrían considerarse iguales por reflexiones y giros, la cosa es muy diferente porque dicho número se reduce a algo más de 500 millones de posibilidades. A pesar de tan drástica reducción, el número de combinaciones se las trae, y es tan grande que cualquier sistema de fuerza bruta para llegar a resolver un SuDoku convierte la tarea en bastante absurda. Es la lógica y sólo ella la que hay que utilizar para llegar a la solución y, sin duda, es esa labor mental la que tanto satisface al jugador cuando consigue triunfar en su intento, y también es ella la responsable del inmenso éxito de este pasatiempo.

Podríamos decir que los SuDokus son a los pasatiempos lo que el Cubo de Rubik a los rompecabezas, o el Tetris a los juegos de ordenador. Todos ellos son simples y adictivos, y eso es lo que ha llevado a millones de personas en todo el mundo a hacerse forofos y también a arrastrar a sus amigos en esa afición imparable e irresistible.

Pero vayamos por partes y empecemos por el principio. ¿Dónde se gestaron estos pasatiempos que enloquecen al mundo? ¿Quién puede considerarse el auténtico inventor? Como ocurre muchas veces, llegar a saber quién fue el primero que los pensó es una ardua tarea, porque es una continua sucesión de mentes que se apoyan en los resultados e ideas de otras mentes. Hoy por hoy el “abuelo” de los SuDokus se considera que es Leonhard Euler, un brillante matemático suizo nacido en Basilea allá por el año 1783.
A este buen hombre se le ocurrió plantearse si sería posible colocar números formando un cuadrado, y de tal manera dispuestos que, en cada fila y columna, no se repita ninguno. A un cuadrado de estas características se le llamó Cuadrado Latino.
Todos los SuDokus son cuadrados latinos, pero no todos los cuadrados latinos son SuDokus. De hecho generar cuadrados latinos es una labor bastante sencilla y, si no te lo crees, rellena un cuadrado de 4×4 casillas con números del 1 al 4 que cumpla las condiciones expuestas para que sea latino. Cosa de niños y, por tanto, al margen de las implicaciones matemáticas, no es un pasatiempo que requiera mucho desgaste de neuronas.

Paso de Cuadrado latino a Sudoku

Pero ahora divide ese cuadrado latino de 4×4 que has rellenado, en 4 trozos, cada uno de ellos con 4 casillas. A esos trozos de 2×2 casillas los vamos a llamar “regiones”. Es muy posible que en las regiones de tu cuadrado, como en el del ejemplo, se repita algún número y en ese caso ya no será un buen candidato a SuDoku. Pero si reordenas los números con cuidado no tendrás mucha dificultad para conseguirlo.

Claro que los SuDokus de 4×4 son juego de niños. Cuando la labor que se intenta es con los de 9×9 dividido en 9 regiones, acabas de entrar en la primera división.

A pesar de todo sólo tienes un cuadrado latino un poco especial. ¿Cuándo ese cuadrado latino se convierte en SuDoku? Pues eso ocurrió casi doscientos años después, en 1970, cuando Howard Garns (algunos dicen que fue Walter Mackey) pensó que, si quitaba unos cuantos números, podría ser entretenido proponer a los lectores de Dell Magazine, una revista americana de pasatiempos, que intentaran llegar al cuadrado que él pensó como solución. Pero el trabajo de Howard no fue nada fácil porque, como en todo buen pasatiempo, la solución debe ser única y conseguir esto ya es harina de otro costal. La labor mental y las pruebas a hacer fueron sin duda muchas y le sería muy difícil demostrarse a sí mismo que el juego tenía solución y además única, pero la encontró.

Así nacieron los Number Place, que fue como los bautizó, que vieron la luz en el mes de mayo y más concretamente en la página 6 del número 16 de la revista Dell Pencil Puzzle & Word Games. Esta revista es pues la “madre” de los SuDokus.

Pero ¿qué ha pasado desde 1970 hasta 2005? ¿Por qué casi nadie había oído hablar de esta maravilla hasta ese año? Bueno, pues porque hacía falta que una gente diferente le diera el toque final y de esto se ocupó Maki Kaji. Sí, aquí está el japonés que le dio el nombre de SuDoku por el que ahora se conoce en todo el mundo. Kaji es el presidente de Nikoli, una empresa japonesa muy prolífica de pasatiempos para revistas. Los japoneses son muy aficionados a este tipo de entretenimientos en los que no intervienen las letras (tienen un gran problema con eso de los miles de kanjis), y ésa es la razón por la que allí llevan triunfando los SuDokus desde abril de 1984, cuando aparecieron. Por cierto, SuDoku es una contracción de Suuji Wa Dokushin Ni Kagiru, que quiere decir algo así como “los números deben estar solteros”, que simplificado es SU = número y DOKU = solo.

The Times lo publica por primera vez el 12 de Noviembre de 2004 y, a partir de entonces, ha sido una auténtica carrera de medios de comunicación sumándose al carro: The Daily Mail a los tres días, The Daily Telegraph el 29 de Mayo de 2005 y a partir de esa fecha se extendió rápidamente por todo el mundo.

En España El Mundo publicó el primer SuDoku de España el 20 de junio de 2005, y le siguió El País, La Vanguardia y muchos más.

También las editoriales de todo el mundo han publicado libros de SuDokus, entre los que cabe destacar el pionero en nuestro país: Los mejores SuDokus, de la editorial Aguilar, cuyo autor es, modestamente, un servidor que publicó su libro en julio de 2005. Puedes ver unas páginas de su reedición en la editorial Punto de Lectura.

¿Y cómo conseguí ganar esta carrera en España? Pues esa es la continuación de esta historia, que podrás leer en otra entrada del blog, y la que justifica el subtítulo del artículo que veías al principio.

Enlaces de interés:
Técnicas para resolver los sudokus, por Antonio L. Blanco Ventosa.
Los cuadrados latinos.
– Algo sobre Howard Garns

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