Con el presente artículo pretendemos demostrar que las visitas virtuales (VV), panoramas o fotografías esféricas (visión de 360 º en todas direcciones) son algo más que simples recorridos virtuales por las salas de un museo, una exposición, un espacio natural… sino que se puede jugar en su interior y además se pueden amortizar con nuestras ideas.
Con esa finalidad te presentamos este pequeño argumentario:
- Por un lado pensamos que este tipo de fotos, a diferencia de los vídeos tradicionales y las fotos normales, permiten al usuario ver todo lo que el fotógrafo veía desde su cámara, y eso le infiere a la misma una especie de vida personal según el que la contempla.
- Además tiene un aspecto documental que no es nada desdeñable. Como bien saben los comisarios y negociadores, cuando se realiza una exposición temporal, su montaje es una labor muy importante, de meses e incluso años. Siempre es única, de tal manera que, cuando finaliza, todo ese esfuerzo realizado se pierde y se vuelve irrepetible. De alguna forma, la visita virtual mantiene viva la exposición en el tiempo y queda así documentada para que cualquiera pueda recordarla o visitarla, aunque sin duda sin el placer de contemplarla en la realidad.
- Pero esa misma sensación de ansia por verla físicamente, que es la que tiene el que la visita de forma virtual, hace que quiera contemplarla en la realidad, si dicha exposición aún está montada en el museo. Por eso pensamos que no sólo no es perjudicial para el número de visitantes de la exposición, sino que sin duda tiene una eficaz función de propaganda y publicidad.
- Esta es la razón de que sea una buena idea también para las colecciones permanentes de los museos. Cuando alguien puede ver sus salas con nuestras panorámicas, realizadas con una calidad extraordinaria según puedes ver en los enlaces del final del artículo, los visitantes virtuales esperan convertirse algún día en reales, si tienen la oportunidad de ir a la ciudad que alberga el museo.
- Y si no tienen esa opción de visitarlo, lo que ocurrirá es que sus propias ganas los convierten en prescriptores para amigos y conocidos que sí que puedan tener esa posibilidad, por lo que la VV se convierte en una buena herramienta de comunicación.
- Por si todo lo anterior no es suficiente, estamos llevando a la práctica una nueva forma de usar las VV que permite amortizarlas más allá de la mera contemplación, porque las hemos convertido en un magnífico tablero, montando juegos de pistas y yincanas en su interior, del mismo modo que se pueden hacer en la realidad, y con similar eficacia.
- Así se consigue potenciar el aspecto educativo que sin duda tiene la contemplación del arte, pero pudiéndolo llevar a las aulas en lugares lejanos, generando una impronta en los participantes que nunca olvidarán y que seguramente relacionarán con el museo que le dio esa oportunidad de aprender y conocer.
- Es importante saber que las visitas virtuales son responsive, y por tanto se ven bien en cualquier dispositivo móvil, con el añadido de que utilizan el acelerómetro del móvil para interactuar con el panorama, consiguiendo así una mayor sensación inmersiva.
Interacción dentro de la visita virtual.
Las posibilidades de accionar dentro de las visitas virtuales son muchas, variadas y muy interesantes, tanto desde el punto de vista educativo como de juego. A continuación te mostramos algunas de ellas.
- Todas nuestras visitas virtuales ya pueden verse con gafas de Realidad Virtual (tipo Google Cardboard o similar) lo que implica una mayor sensación inmersiva.
- Podemos hacer que no sólo se puedan ver las salas, sino que pueda interactuar con las obras mediante la posibilidad de pulsar sobre ellas y verlas a mayor tamaño, dentro del propio panorama, incluso haciendo zoom y aportando información adicional sobre las mismas al pasar el ratón sobre ellas, un importante añadido que permitirá disfrutar más y mejor al visitante.
- También podemos enlazar a páginas externas a la VV para ver más información, llevando al usuario hasta la propia ficha del cuadro del que quiere saber más.
- Pero incluso se pueden ver las obras en su contexto, pudiendo ir desde la ficha en una página cualquiera hasta la obra concreta dentro del panorama, accediendo a él, yendo automáticamente a su sala y girando la visión hasta centrarla sobre el cuadro buscado. Es obvia la ventaja que esto implica para mostrar obras no sólo desde la web sino directamente desde las redes sociales.
- También es posible establecer enlaces entre salas mediante hotspot (áreas donde pulsar) y relacionarlas con zonas de navegación para facilitar la manera de moverse por los panoramas y orientarse mejor sobre su contenido total.
- La programación permite también que, por defecto, la cámara se mueva sin que el usuario tenga que utilizar el ratón, incluso como si se tratara de una visita guiada completa (incluidos saltos entre salas) con la ventaja añadida de que, en el momento en que el visitante pulsa el ratón, toma el control de la misma y ya es él que que dirige su mirada a donde más le conviene. Si deja de interactuar, la programación le devuelve a la posición donde dejó la visita automática.
- El sistema de ventanas dentro de la propia visita virtual permite no sólo ver imágenes, sino incluso otras página HTML, con lo que, llevado al extremo, es incluso posible contemplar una visita dentro de otra visita, y ambas en funcionamiento. esto es útil por ejemplo para ver una buena parte de un potencial juego, con sus preguntas, soluciones, clasificación…, dentro del propio panorama, integrándolo así mucho mejor.
- En caso necesario es viable la realización de un museo virtual, recreado en 3D, donde poder exponer obras que no están expuestas en el museo real, por ejemplo por ser fondos del museo, como si realmente estuvieran colgadas de sus paredes. Nuestra tecnología permite simular perfectamente esta circunstancia y que el visitante crea que está viendo un museo real.
- Se pueden incluir locuciones explicativas de cada sala, incluso con sonido 3D en función de hacia dónde mira el visitante. Este tipo de automatismos permiten incluso que se visualicen obras en ventanas popup cuando el panorama se orienta hacia ellas. Una buena manera de que el visitante no se pierda nada interesante de la exposición, y también una buena manera de crear juegos interactivos.
Si las necesitas, nosotros hacemos las visitas virtuales, y además muy bien; pero si tu museo ya tiene sus propios panoramas, nosotros podemos añadirles nuevas funcionalidades como es el caso de los juegos interactivos con ellas.
Por algo somos especialistas en contenidos.
Nota para los museos: es importante negociar los derechos de reproducción para estos entornos virtuales durante la preparación de las exposiciones, igual que se hace con la edición del catálogo o el folleto de mano, porque se hacen muy difíciles de conseguir sus derechos a precios razonables cuando ya está en marcha la exposición.
Algunos enlaces sobre el tema:
- Ejemplos de visitas virtuales, con interactivos.
- Una selección de panoramas espectaculares para utilizar gafas de Realidad Virtual (Google Cardboard o similares)
- Explicación sobre cómo se hacen las visitas virtuales.
- Visita virtual a la Colección Permanente del Museo Thyssen-Bornemisza, con visualización zoom de los cuadros.
- Si recorres la exposición de Bvlgari y Roma, verás la calidad de nuestras visitas virtuales y la dificultad extrema que supone realizarlas con condiciones extremas de iluminación, sólo posible por la profesionalidad de nuestros colaboradores.
- Un ejemplo de recorrido automático en una visita virtual.
- En esta exposición sobre Hiperrealismo se pueden ver varias imágenes en torno a algunos de los cuadros, haciendo zoom sobre ellas, pudiendo observar con precisión el proceso creativo de este tipo de obras tan detallistas.
- Ejemplo de visita virtual en un entorno que no existe: el Museo Imaginario. En este proyecto de juego interactivo se puede ver una buena forma de exponer en entornos 3D.
Puedes ver más ideas para museos en este artículo que publicamos en nuestro blog. Si quieres ampliar información sobre el tema, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.